'Metrópolis', la vida futurista y sus arrabales, en directo
'Metrópolis' es una de las últimas grandes películas del cine mudo. Una de las grandes películas de Fritz Lang y del llamado expresionismo alemán, que se estrenó en 1927 y que llegó a Zaragoza en 1930. La obra estaba basada en una novela de la esposa de Lang, Thea von Harbou, publicada en 1926.
Narra la historia de una ciudad futurista, en 2026, que está repartida en dos partes: en una, la de arriba, vive la clase poderosa, la que piensa y la que se asoma a un paisaje de grandes rascacielos y fábricas con una incuestionable sensación de dominio. Abajo, en los subterráneos, se mueve la casta de los pobres, de los esclavos, de los parias, que son como el engranaje imprescindible pero de existencia humillante. Toda la ciudad, Metrópolis, está gobernada por Joh Fredersen, que tiene un hijo, Freder.
De repente, Freder ve a la hermosa Maria, se queda fascinado por ella y la persigue. Y ahí descubrirá a esos ciudadanos que sufren la historia. El argumento se ensancha mucho más… Y de él han partido los integrantes de Che y Moche para realizar su montaje ‘Metróplis’, que ya se había estrenado en Zaragoza y que había cosechado el Premio de Teatro al Mejor Espectáculo Revelación de 2010.
Che y Moche organiza un montaje muy completo, donde se mezcla el teatro (el mimo), la danza contemporánea, el cine y la música, en ese caso la música contemporánea, evocadora e intensa, de Víctor Rebullida... Che y Moche logra un espectáculo próximo a la ópera que cuenta con una orquesta en directo, dirigida por José Marco. La pieza crece instante a instante, la pieza y las encrucijadas de la narración –donde intervienen elementos futuristas, hombres máquinas, mujeres libidinosas, estancias condenadas, incluso un científico más o menos loco, etc.-, y acaba muy arriba: plena de emoción y de romanticismo, y con un desvío hacia el final feliz.
‘Metrópolis’ posee fuerza, belleza, intensidad crítica al poder y una sugerente puesta en escena.
Narra la historia de una ciudad futurista, en 2026, que está repartida en dos partes: en una, la de arriba, vive la clase poderosa, la que piensa y la que se asoma a un paisaje de grandes rascacielos y fábricas con una incuestionable sensación de dominio. Abajo, en los subterráneos, se mueve la casta de los pobres, de los esclavos, de los parias, que son como el engranaje imprescindible pero de existencia humillante. Toda la ciudad, Metrópolis, está gobernada por Joh Fredersen, que tiene un hijo, Freder.
De repente, Freder ve a la hermosa Maria, se queda fascinado por ella y la persigue. Y ahí descubrirá a esos ciudadanos que sufren la historia. El argumento se ensancha mucho más… Y de él han partido los integrantes de Che y Moche para realizar su montaje ‘Metróplis’, que ya se había estrenado en Zaragoza y que había cosechado el Premio de Teatro al Mejor Espectáculo Revelación de 2010.
Che y Moche organiza un montaje muy completo, donde se mezcla el teatro (el mimo), la danza contemporánea, el cine y la música, en ese caso la música contemporánea, evocadora e intensa, de Víctor Rebullida... Che y Moche logra un espectáculo próximo a la ópera que cuenta con una orquesta en directo, dirigida por José Marco. La pieza crece instante a instante, la pieza y las encrucijadas de la narración –donde intervienen elementos futuristas, hombres máquinas, mujeres libidinosas, estancias condenadas, incluso un científico más o menos loco, etc.-, y acaba muy arriba: plena de emoción y de romanticismo, y con un desvío hacia el final feliz.
‘Metrópolis’ posee fuerza, belleza, intensidad crítica al poder y una sugerente puesta en escena.
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