Joaquín Murillo: "La responsabilidad del artista es consigo mismo y no con las instituciones"
El próximo domingo 7 de febrero y dentro del XXVII Festival de Teatro de Málaga, se representará en el Teatro Cervantes la adaptación escénica de “Metrópolis” a cargo de la compañía Teatro Che y Moche, un montaje escrito y dirigido por Joaquín Murillo. Este montaje tiene su origen en el laboratorio teatral-universitario de la compañía, y además de basar la interpretación de los actores en las principales premisas del expresionismo alemán, conceder especial protagonismo a las coreografías que se cuelan en la adaptación de la película, esta “Metrópolis” pretende rediseñar el concepto “multidisciplinar” yendo más allá del horizonte meramente estético para hacer que música, danza e interpretación se conviertan en un conjunto único llamado Teatro. AQ ha conversado con el responsable de esta adaptación, Joaquín Murillo.
31/01/2010 13:01:01
Cristina Consuegra : AnteQultura
¿Cómo surge esta adaptación de “Metrópolis”?
Intentar explicar en pocas palabras cómo llego, personal y profesionalmente, a “Metrópolis”; explicar el modo a través del cual surge esta obra es algo difícil de simplificar. La gran mayoría de los artistas tiene obras que son referentes, y en el caso de la gente de teatro, este horizonte referencial se amplía: tenemos la música, las obras plásticas, la danza, etc. Debo reconocer que yo me quedé prendado de esta película el mismo día que la vi, en un Cine Club, con 18 o 19 años, una edad en la cual nos vamos nutriendo de las obras de otros, y yo me quedé impactado por el uso de los símbolos, la importancia del gesto, es decir, todo aquello que simboliza el expresionismo alemán, de hecho, antes que “Metrópolis” monté “Nosferatu” de Mornau. “Metrópolis” es una película muy simbólica, la expresión del impacto, el gesto, la intensidad,… no es sólo un referente en cuanto interpretación, sino también en cuanto a estética.
Este montaje reúne teatro, música, danza, etc. ¿Cómo hizo para que estas disciplinas encajasen perfectamente?
Es inherente a mi oficio, es justo lo que tiene que hacer el director de escena, debe tener claro cómo hay que coordinar al equipo, conjugarlo y no aumentar la complejidad de la obra. Es decir, el director de escena por formación, trayectoria y oficio debe adquirir la capacidad de aglutinar todo lo que caiga en sus manos para realizar el montaje. Debemos tener presente que voy a montar una obra de teatro y es mi responsabilidad contratar a un actor para desempeñar una acción concreta, debo encontrar el perfil más adecuado. Para el caso concreto de “Metrópolis”, creo que hemos sido muy afortunados pues hemos logrado formar un equipo de 22 profesionales muy potente. A los casting se presentaron bailarines de toda Europa y esto te permite trabajar con los mejores. El resultado es una obra de gran complejidad con grandes bailarines que entienden el proceso y en el que la música se ha compuesto “ex profeso” para este montaje. Sólo puedo decirte que, tanto en la mesa de trabajo como en los ensayos, la coordinación ha sido muy fácil porque tengo trabajando conmigo a un equipo de profesionales increíble.
Al montar un clásico como “Metrópolis”… ¿no sintió un poco de vértigo?
Bueno, al no hacer una versión cinematográfica estábamos un poco más relajados, ya que el cambio de lenguaje nos autorizaba cierta libertad y ampliaba las licencias permitidas. A esto hay que unirle que soy una persona muy responsable en mi trabajo, y no te lo digo como si mantuviese una pose, sino que es algo inherente a mi formación y profesión. Las artes escénicas son trabajos colectivos, por lo tanto en tus manos recae el trabajo de otros, personas que con rigor y generosidad te ofrecen todo lo que han aprendido en sus vidas, de hecho estoy convencido de que “Metropólis” no hubiese sido igual sin este equipo.
A nivel personal, ¿cómo se enfrenta a este reto?
Para este montaje, la relación personal de trabajo, casi diría de pasión, entre Víctor Rebullida (compositor música original), Elia Lozano (coreógrafa) y yo ha sido muy especial, de hecho, te puedo afirmar que es mi familia más próxima gracias a esta unión que ha surgido en la obra… Tengo la fortuna de trabajar con personas de gran talento y capacidad inmensa. Siempre me ha gustado participar de los proyectos de la ciudad, y “Metrópolis” representaba la primera responsabilidad entre nosotros, y algo que tuvimos claro desde el principio es que los artistas tenemos esa responsabilidad para con nosotros más que con las instituciones. A partir de esta premisa, digamos que lo demás vino gracias al esfuerzo profesional.
“Metrópolis” podrá verse el próximo 7 de febrero en el Teatro Cervantes, dentro de la programación del XXVII Festival de Teatro de Málaga. ¿Qué consejo daría al público que se acerque a ver su obra?
Les pediría que entren sabiendo que hemos hecho nuestra versión. Encontrarán la proximidad con muchos artistas, artistas con poco artificio, así como, mucha potencia visual y fuerza estética. Además, en “Metrópolis” hemos intentado reformular el concepto multidisciplinar, revisando lo que se pretende decir con ello, siendo esto una de los aspectos más curiosos de la obra: un grupo de artistas que revisan su actitud de actor para aproximarse al trabajo de bailarín y a la inversa. Este acercamiento de códigos es imprescindible para rediseñar el concepto de montaje multidisciplinar. Y por último, los que estamos al otro lado, debemos ser concientes de que no “hacemos televisión”, es decir cuando uno enciende la tele tiene la posibilidad de apagarla, pero los que hacemos Arte debemos saber que el público que acude al teatro es distinto, más exigente.
"Metrópolis", una coproducción de Teatro Che y Moche con el Centro Dramático de Aragón
Adaptación, puesta en escena y dirección: Joaquín Murillo
Domingo 7 de febrero de 2010, 19 horas
Para ampliar la información y compra de localidades:
http://www.teatrocervantes.com/
El próximo domingo 7 de febrero y dentro del XXVII Festival de Teatro de Málaga, se representará en el Teatro Cervantes la adaptación escénica de “Metrópolis” a cargo de la compañía Teatro Che y Moche, un montaje escrito y dirigido por Joaquín Murillo. Este montaje tiene su origen en el laboratorio teatral-universitario de la compañía, y además de basar la interpretación de los actores en las principales premisas del expresionismo alemán, conceder especial protagonismo a las coreografías que se cuelan en la adaptación de la película, esta “Metrópolis” pretende rediseñar el concepto “multidisciplinar” yendo más allá del horizonte meramente estético para hacer que música, danza e interpretación se conviertan en un conjunto único llamado Teatro. AQ ha conversado con el responsable de esta adaptación, Joaquín Murillo.
31/01/2010 13:01:01
Cristina Consuegra : AnteQultura
¿Cómo surge esta adaptación de “Metrópolis”?
Intentar explicar en pocas palabras cómo llego, personal y profesionalmente, a “Metrópolis”; explicar el modo a través del cual surge esta obra es algo difícil de simplificar. La gran mayoría de los artistas tiene obras que son referentes, y en el caso de la gente de teatro, este horizonte referencial se amplía: tenemos la música, las obras plásticas, la danza, etc. Debo reconocer que yo me quedé prendado de esta película el mismo día que la vi, en un Cine Club, con 18 o 19 años, una edad en la cual nos vamos nutriendo de las obras de otros, y yo me quedé impactado por el uso de los símbolos, la importancia del gesto, es decir, todo aquello que simboliza el expresionismo alemán, de hecho, antes que “Metrópolis” monté “Nosferatu” de Mornau. “Metrópolis” es una película muy simbólica, la expresión del impacto, el gesto, la intensidad,… no es sólo un referente en cuanto interpretación, sino también en cuanto a estética.
Este montaje reúne teatro, música, danza, etc. ¿Cómo hizo para que estas disciplinas encajasen perfectamente?
Es inherente a mi oficio, es justo lo que tiene que hacer el director de escena, debe tener claro cómo hay que coordinar al equipo, conjugarlo y no aumentar la complejidad de la obra. Es decir, el director de escena por formación, trayectoria y oficio debe adquirir la capacidad de aglutinar todo lo que caiga en sus manos para realizar el montaje. Debemos tener presente que voy a montar una obra de teatro y es mi responsabilidad contratar a un actor para desempeñar una acción concreta, debo encontrar el perfil más adecuado. Para el caso concreto de “Metrópolis”, creo que hemos sido muy afortunados pues hemos logrado formar un equipo de 22 profesionales muy potente. A los casting se presentaron bailarines de toda Europa y esto te permite trabajar con los mejores. El resultado es una obra de gran complejidad con grandes bailarines que entienden el proceso y en el que la música se ha compuesto “ex profeso” para este montaje. Sólo puedo decirte que, tanto en la mesa de trabajo como en los ensayos, la coordinación ha sido muy fácil porque tengo trabajando conmigo a un equipo de profesionales increíble.
Al montar un clásico como “Metrópolis”… ¿no sintió un poco de vértigo?
Bueno, al no hacer una versión cinematográfica estábamos un poco más relajados, ya que el cambio de lenguaje nos autorizaba cierta libertad y ampliaba las licencias permitidas. A esto hay que unirle que soy una persona muy responsable en mi trabajo, y no te lo digo como si mantuviese una pose, sino que es algo inherente a mi formación y profesión. Las artes escénicas son trabajos colectivos, por lo tanto en tus manos recae el trabajo de otros, personas que con rigor y generosidad te ofrecen todo lo que han aprendido en sus vidas, de hecho estoy convencido de que “Metropólis” no hubiese sido igual sin este equipo.
A nivel personal, ¿cómo se enfrenta a este reto?
Para este montaje, la relación personal de trabajo, casi diría de pasión, entre Víctor Rebullida (compositor música original), Elia Lozano (coreógrafa) y yo ha sido muy especial, de hecho, te puedo afirmar que es mi familia más próxima gracias a esta unión que ha surgido en la obra… Tengo la fortuna de trabajar con personas de gran talento y capacidad inmensa. Siempre me ha gustado participar de los proyectos de la ciudad, y “Metrópolis” representaba la primera responsabilidad entre nosotros, y algo que tuvimos claro desde el principio es que los artistas tenemos esa responsabilidad para con nosotros más que con las instituciones. A partir de esta premisa, digamos que lo demás vino gracias al esfuerzo profesional.
“Metrópolis” podrá verse el próximo 7 de febrero en el Teatro Cervantes, dentro de la programación del XXVII Festival de Teatro de Málaga. ¿Qué consejo daría al público que se acerque a ver su obra?
Les pediría que entren sabiendo que hemos hecho nuestra versión. Encontrarán la proximidad con muchos artistas, artistas con poco artificio, así como, mucha potencia visual y fuerza estética. Además, en “Metrópolis” hemos intentado reformular el concepto multidisciplinar, revisando lo que se pretende decir con ello, siendo esto una de los aspectos más curiosos de la obra: un grupo de artistas que revisan su actitud de actor para aproximarse al trabajo de bailarín y a la inversa. Este acercamiento de códigos es imprescindible para rediseñar el concepto de montaje multidisciplinar. Y por último, los que estamos al otro lado, debemos ser concientes de que no “hacemos televisión”, es decir cuando uno enciende la tele tiene la posibilidad de apagarla, pero los que hacemos Arte debemos saber que el público que acude al teatro es distinto, más exigente.
"Metrópolis", una coproducción de Teatro Che y Moche con el Centro Dramático de Aragón
Adaptación, puesta en escena y dirección: Joaquín Murillo
Domingo 7 de febrero de 2010, 19 horas
Para ampliar la información y compra de localidades:
http://www.teatrocervantes.com/
1 comentario:
Me ha parecido sumamente interesante.El lenguaje corporal de los actores es tan expresivo..la música, es otra parte de esta función que te cautiva y te lleva de mano del texto.creo ver por mi parte,la aproximación a cierta iconografia católica.El cuadro de la crucificacion de Cristo y los 2 ladrones es notable, y el papel de Maria,como personaje de redención del proletariado puede ser un trasunto de la Virgen Maria, por supuesto Feder vendría a ser Cristo y Federer sería Dios.
Felicidades por esta presentación.
Publicar un comentario